martes, 10 de agosto de 2010

Los Siete Pecados Capitales del Contador

Primer pecado: Sacar provecho de la confidencialidad

La lujuria usualmente considerada, de manera exagerada, como el pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual adquiere aquí otra dimensión cercana al concepto de Dante el "amor excesivo por los demás," o mas bien por lo de los demás, siendo que el pecado se ubica simplemente en pensamientos posesivos sobre la otra persona, es obvio que al ser, el contador, un confidente por naturaleza, receptor de los más recónditos secretos de su cliente. Secretos que van mas allá de lo meramente financiero, por extensión conoce detalles de la vida privada del cliente, de sus debilidades, por lo que debe tener el debido respeto por el conocimiento de la vida ajena y conservar esos secretos en lo más profundo de su memoria, olvidarlos de ser posible y no hacer de ellos ningún uso distinto de aquel con que le fueron dados

Segundo pecado: Aceptar un número de trabajos que supere su capacidad

Se corresponde con la gula, en su acepción original o de los primeros cristianos para los cuales cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado.
La capacidad de trabajo es limitada, todos requerimos un equilibrio en nuestra actividad diaria, debemos disponer de tiempo para el sueño y el ensueño, para el solaz descanso, para nuestra familia, nuestros amigos, para el estudio. Por lo que adquirir compromisos de trabajo superiores a nuestras posibilidades es un vicio del cual debemos librarnos. El aseguramiento de la calidad de nuestros trabajos es una obligación que se deriva del equilibrio en el manejo de nuestra clientela.

Tercer pecado: Competir deslealmente

Viene a ser la avaricia, al igual que la lujuria y la gula, un pecado de exceso. Pretender tener más de lo que honestamente nos toca nos conduce a ofrecernos en condiciones desventajosas y así apropiarnos indebidamente de una clientela que no nos corresponde, de aquí surge un servicio débil, deficiente de mala calidad.
Debe el contador competir en buena lid, ajustar sus honorarios a su nivel de desarrollo y crecimiento profesional para no incurrir en este horrible vicio. Las prácticas de negocio justas nos limitan debemos actuar con respeto y responsabilidad.

Cuarto pecado: No estudiar

Es la pereza, el más “metafísico” de los Pecados Capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal, abrigar voluntariamente, en el corazón, desgano, aversión y disgusto, es pecado capital. La formación continua, la capacitación permanente, la preparación obligatoria es un deber para con nosotros mismos, para nuestros clientes, para la profesión, para la sociedad. El mantenernos estáticos en nuestra formación equivale a desconocernos y cada vez alejarnos más de la actividad que hemos escogido como forma de vida.


Quinto pecado: Falta de solidaridad con los colegas

La ira puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacía uno mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza fuera del trabajo del sistema judicial (llevando a hacer justicia por sus propias manos), fanatismo en creencias políticas y generalmente deseando hacer mal a otros. Una definición moderna también incluiría odio e intolerancia hacia otros por razones como raza o religión, llevando a la discriminación.Y es aquí donde ubicamos este pecado en la actividad profesional del contador, el no considerar a sus pares como iguales, el discriminarlos por razones sociales o por sus creencias es vicio grave que no nos debe acompañar debemos hacer los mayores esfuerzos por alejarlo de su corazón.

Sexto pecado: No mantener la independencia frente a nuestros clientes.

Como la avaricia, la envidia se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, difieren por dos grandes razones: Primero, la avaricia está más asociada con bienes materiales, mientras que la envidia puede ser más general; segundo, aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta. Dante define esto como "amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." En el Purgatorio de Dante, el castigo para los envidiosos era el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer.
La independencia se asegura mediante políticas, procedimientos y capacitación, pero fundamentalmente con la fortaleza de espíritu que nos otorga el no desear lo que es ajeno esto es por no envidiar la riqueza de nuestros clientes. Los bienes de nuestra clientela no nos pertenecen. No debemos subordinarnos a nuestro contratista, lo que nos paga es la contraprestación por el servicio que recibe y no por una subordinación convenida. Nuestro bien mas preciado es nuestra independencia y no debemos enajenarla por el deseo de poseer una riqueza que no nos corresponde.
.

Séptimo pecado: Actuar en asuntos en los cuales no se es experto.

Se corresponde con la soberbia u orgullo, altivez, arrogancia, vanidad, prepotencia, etc. El intervenir en actividades, si bien propias de la profesión pero en los cuales se es lego, o el conocimiento es limitado, trae consecuencias funestas para el cliente, el contador, el gremio y la sociedad. El orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, sin embargo la soberbia se expresa en el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, en el caso del contador la falta de humildad en reconocer que no se conoce de algún asunto en particular y actuar como sabiondo lo puede arrastrar por despeñaderos. El justo comportamiento profesional nos ordena actuar solo en lo que conocemos.

Como quiera que uno de los pecados capitales -¿el mas grave?- de todo aquel que escribe es el plagio, dejo constancia de mi “limpieza de espíritu” al respecto, en este caso.

Referencias:

LOS SIETE PECADOS CAPITALES
www.geocities.com/fdomauricio/pecadoscapitales
Mauricio González U.

Pecados capitales
http://es.wikipedia.org/wiki/Pecados_capitales